TOUR PRIVATO - La Cripta de los Cappuccini, las Catacombas Christianas

Horario de inicio: a elección según disponibilidad

El tour incluye:  

•     Ingreso sin hacer la fila a las Catacumbas y a la Cripta de los Capuchinos
•     Guía Turística
•    Tasa de reserva y gestión
•     Asistencia a los clientes
•     Transporte privado  desde/hacia el hotel y los distintos monumentos

Dependiendo de los días que cierren, se cambiará la opción de Catacumbas de Domitilla o Catacumbas de San Sebastián. o Catacumbas de Priscilla

Las catacumbas eran galerías subterráneas utilizadas en la antigüedad como cementerios. Sobre esto las leyes de las XII tablas de Moisés decían “hominem mortuum in urbe neve sepelito neve urito” (No sepulten ni quemen ningún cadáver en la ciudad). 


La catacumbas de Priscilla
 Situada en la antigua via Salaria, las catacumbas de Priscilla ofrecen la posibilidad de descubrir la antigua cultura funeraria cristiana. Situadas al lado del convento Benedettino, estas catacumbas son una de las mas importantes que se encuentran en Roma. Su construcción se inició alrededor del siglo II d.C y continuó hasta el siglo VI. Se enterraron hasta 40.000 cuerpos, distribuidos entre 13 km de galerias. El terreno donde se realizaron estas catacumbas fue donado a la comunidad cristiana alrededor del siglo II por una mujer llamada Priscilla que pertenecia a la familia de los Acilii y, entre el año 309 y el 555 d.C., fueron enterrados diversos papas. Podremos observar pequeñas habitaciones con frescos utilizadas para enterrar pequeños nucleos familiares, con imagenes del antiguo y nuevo Testamento. Resaltar la presencia de un fresco de la “Virgen con un niño”, considerada la mas antigua, realizada alrededor del siglo III.

Las catacumbas de Domitilla
Está situada en el antiguo praedium Domitillae, según dicen las diversas fuentes literarias y descubrimientos epigráficos. En la familia Flavia, en el siglo I, existieron dos figuras femeninas con el nombre de Flavia Domitilla:

• La primera es la mujer del cónsul Flavio Clemente.
• La segunda es la sobrina del mismo Cónsul, venerada como un mártir en el siglo IV.

La catacumba debe su nombre a una de las dos Domitilla, de la familia Flavia, convertidos al cristianismo, y perseguidos por ello. Las excavaciones realizadas en el siglo XX, han descubierto estas tumbas funerarias que datan del siglo I a.C; este cementerio exterior se desarrolló hasta el bajo imperio, cuando miembros de las familias nobles cristianas, deseaban ser enterrados con las reliquias de los mártires. Este cementerio al abierto está compuesto de diversos tipos de sepulturas: formas, columbarios, mausoleos. El cementerio subterráneo se desarrolla entre el siglo II-III, inicialmente como núcleos funerarios diversos, luego unida en una única catacumba inmensa. Con la transformación a santuario a manos del papa Damaso I, el cementerio se convierte en un lugar de peregrinaje y devoción, hasta que, debido a la inseguridad del suburbio, en el siglo IX el papa León III decide de trasladar las reliquias de los mártires dentro de los muros Aurelianos en la Iglesia Santo Nereo y Achilleo. Abandonada y olvidada, la catacumba fue descubierta por Antonio Bosio a finales del 500, y estudiada por Giovanni Battista de Rossi en la mitad del ochocientos.

Las catacumbas de San Sebastián
Gracias a las excavaciones realizadas a finales del ochocientos y durante el novecientos se ha podido reconstruir la historia arquitectónica de la zona en la que se encuentran las catacumbas, que constan de tres niveles de galerías. En un principio la zona era una mina de puzolana, abandonada a finales del siglo II, fue utilizada por los romanas como lugar de sepultura pagano: se han encontrado restos de esclavos y personas libres, pero, también tumbas monumentales, particularmente en la llamada Piazzola, lugar que fue una mina a cielo abierto y en la que se excavaron tres mausoleos. La presencia de estos mausoleos, en particular del mausoleo degli Innocentiores, de imágenes iconográficas típicas cristianas, como el ancla y el pez, hace entender que en un segundo periodo el mausoleo fue utilizado también por cristianos. Además de la Piazzola, en este periodo se inician a excavar las galerías para la sepultura. En torno a la mitad del siglo III la “Piazzola” viene enterrada creando una superficie plana. En este nivel se descubren tres monumentos: la llamada triclia, una sala utilizada para banquetes fúnebres y en la cual se han encontrado más de 600 grafitis invocando a los apóstoles, Pedro y Pablo; un monumento en mármol, que los arqueólogos consideran el lugar donde se conservaban las reliquias de los dos apóstoles en el periodo en el que estas fueron trasladadas a las catacumbas. El traslado de las reliquias de los apóstoles de San sebastiano en el siglo III a los lugares originarios al inicio del siglo IV es aún una cuestión debatida entre los estudiosos y arqueólogos. Finalmente en la primera mitad del siglo IV también fueron enterrados, para construir el lugar donde se edificaría la Basílica Constantiniana.

Visitaremos la maravillosa Iglesia de Santa Maria Inmaculada y su famosísima Cripta de los Capuchinos.
 La orden menor de capuchinos (en latín Ordo fratrum minorum capuccinorum), es una de las tres órdenes masculinas con derechos pontificios, que hoy forman la familia franciscana. La orden nació alrededor del año 1520, cuando el presbítero franciscano Matteo da Basscio vió que el estilo de vida de los Franciscanos de aquel momento no era el ideado por San Francisco. El deseaba volver al estilo de vida solitario y de penitencia como hacia su fundador. Los capuchinos, desde el principio de sus origines, destacaron por la continuidad de sus oraciones y la ayuda a los más necesitados, principalmente a los enfermos. El principal atractivo de la iglesia, es seguramente, la cripta, decorada con los huesos de alrededor de 4000 monjes capuchinos, reunidos entre el año 1528 y el 1870, del antiguo cementerio de la orden de los capuchinos, que se encontraba en la Iglesia de Santa Crocce y Buenaventura dei Lucchesi, cerca del Quirinale. La cripta está dividida en cinco pequeñas capillas donde se encuentran algunos cuerpos enteros de algunos monjes momificados con las vestimentas típicas de los monjes capuchinos. A la entrada encontramos escrito: «Lo que vosotros sois nosotros éramos; lo que nosotros somos vosotros seréis.»